Los remates judiciales son un proceso legal que se lleva a cabo para vender un bien que ha sido embargado por una deuda. El objetivo es que el bien sea vendido por un precio que cubra la deuda y los gastos del proceso.
Pero, ¿qué pasa si el bien no se vende en el remate? ¿Hay alguna consecuencia?
¿Qué pasa si nadie oferta en el remate?
En caso de que no haya ningún postor en el remate, se declarará desierto. Esto significa que el bien no se ha vendido y que el proceso de remate se reiniciará.
¿Si no hay postores, se lleva a cabo el remate?
No, el remate no se lleva a cabo si no hay postores. En este caso, el bien volverá a ser publicado para un nuevo remate. Solicitando al juez que declare nueva fecha de remate
¿Cuáles son las causas más comunes por las que un remate no se lleva a cabo?
Hay varias causas por las que un remate puede no llevarse a cabo. Las más comunes son:
- Que el valor del bien sea muy alto. Si el precio base del remate es demasiado alto, los compradores potenciales pueden no estar dispuestos a ofertar.
- Que el bien esté en mal estado. Un bien en mal estado puede ser menos atractivo para los compradores.
- Que el bien no sea atractivo para los compradores. El bien puede no ser del interés de los compradores potenciales.
¿Hay alguna forma de evitar que el remate no se lleve a cabo?
Sí, hay algunas formas de evitar que el remate no se lleve a cabo. Una de ellas es reducir el valor del bien. Otra forma es mejorar el estado del bien. Y, finalmente, se puede intentar hacer que el bien sea más atractivo para los compradores.
¿Qué ocurre si el remate se declara nulo?
En caso de que el remate se declare nulo, el bien volverá a ser publicado para un nuevo remate.
Ejemplos
Aquí hay algunos ejemplos de casos en los que un remate puede no llevarse a cabo:
- Un deudor tiene una deuda de $100.000.000. El acreedor embarga un bien del deudor, que tiene un valor de $150.000.000. El bien se publica para remate y el precio base es de $120.000.000.
En este caso, el bien no se vendió en el remate porque el precio base era demasiado elevado. Al reducir el precio base a $100.000.000, el bien se vendió en el segundo remate.
- Un deudor tiene una deuda de $100.000.000. El acreedor embarga un apartamento del deudor, que tiene un valor de $150.000.000. El apartamento está en mal estado, con daños en las paredes y el techo. El bien se publica para remate y el precio base es de $120.000.000.
En este caso, el bien no se vendió en el remate porque estaba en mal estado. Al mejorar el estado del apartamento, el bien podría venderse en el segundo remate.
- Un deudor tiene una deuda de $100.000.000. El acreedor embarga un automóvil del deudor, que tiene un valor de $150.000.000. El automóvil es un modelo antiguo y poco popular. El bien se publica para remate y el precio base es de $120.000.000.
En este caso, el bien no se vendió en el remate porque no era atractivo para los compradores potenciales. Al intentar vender el automóvil a un comprador interesado, el bien podría venderse en el segundo remate.
Conclusión
Los remates judiciales son un proceso complejo que puede tener varias consecuencias si el bien no se vende. Es importante conocer las causas más comunes por las que un remate puede no llevarse a cabo para evitar que esto ocurra.